Se publica la noticia del suicidio de una enfermera de 34 años, asignada a los Cuidados Intensivos del Hospital de San Gerardo de Monza (Italia). El pasado 10 de marzo dio positivo en las pruebas de Covid-19 y tuvo que someterse a una cuarentena en su domicilio, sin ningún tipo de vigilancia. Durante ese tiempo, parece que expresó un intenso temor ante la posibilidad de haber podido contagiar a otras personas. Desde la Federación de Enfermería aseguran que hace unos días ocurrió una situación similar en Venecia, y ha querido denunciar las condiciones extremas a las que los profesionales sanitarios están sometidos durante esta pandemia.